Las 5 horas que pasé deseando llegar a tiempo para decirle que estaba ahí y que lo quería, se quedan para mí. Jamás pensé que la vida me pudiera arrebatar a alguien de repente, sin previo aviso. Y menos a él.
Sin embargo, jamás me he sentido tan llena como el momento en que decidí colocarme junto a su cama y cuidarlo hasta que llegase el momento. Fueron horas en las que no sabías si deseabas que se fuera ya o se quedase un par de horas más junto a ti.Cuando vemos sufrir a la persona que amamos es tan grande nuestro amor que preferimos verlo partir a que se quede egoístamente unas horas más en nuestra vida.
Nunca olvidaré esa primera noche a eso de las 5 de la madrugada en la que abrí mis ojos y vi a toda mi familia desparramada de cualquier manera en las camas y sillones junto a él, me recordó a las navidades en las que nos sentábamos en el suelo a abrir nuestros regalos todos juntos en el salón. O el momento en que decidimos comer algo en la cafetería y reíamos por el pasado. O al día siguiente en el tanatorio apegados unos a otros dándonos calor y cariño cuando no quedaba otra cosa más que el silencio.
Espero que le llegase mi "Te quiero" y sintiese mis manos coger las suyas en el último momento porque estoy segura que la última vez que abrió los ojos nos vio a todos y pensó como siempre decía: "Qué orgullo estoy de todos vosotros".
Donde quiera que estés, sabes que cuidaremos de ella. Y que seremos fuertes y reiremos con los chistes del "chico".
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