martes, 26 de marzo de 2013

La verdad absoluta no existe o al menos aún no...

La gente se cree poseedora de la verdad absoluta. Cuán engañados están.
Yo un día me creía cometa sin frenos en mi locura. ¡Qué triste desenlace! Al ir añadiendo años a tu calendario vas observando que en ningún lado te ofrecen ese preciado bálsamo llamado VERDAD. Lo que un día era dulce revolución en pos de un mundo mejor se va convirtiendo en retales de pequeñas verdades de aquí y allá que va conformando no un mundo mejor, pero sí un micromundo mejor. Un micromundo que tú eliges crear y al que ningún cantamañanas televisivo o literato engreído decide disfrazar de mentira. Los personajes que han marcado el pasado para bien, para mal o a caballo entre el bien y el mal, no deberían ser fruto de la discordia entre personas como tú o como yo que desconocen punto por punto los distintos capítulos que ha sufrido este personaje. Con ello, no quiero yo decir que matemos los símbolos que nos animan a enfocar nuestra perspectiva, sino que, no idealicemos los hechos ocurridos en un contexto temporal y espacial ajeno a nuestro tiempo. Pocas son las personas que van de frente y muchos los que van de espalda. Y nadie y recalco el NADIE, es quien dice ser. Sólo el que no dice ser, es quien es.
La verdad absoluta no es sino la suma de tu verdad, su verdad, nuestra verdad, vuestra verdad y por último mi verdad.
¿Alguna vez habéis leído las palabras del Jefe Indio Noah Sealth? Deberíais. Es el hombre más sabio y civilizado al que he tenido el honor de leer. Y eso que está muerto desde hace un siglo y era eso, un simple indio. Os dejo esta canción, que seguro conocéis y que enlaza perfectamente con lo dicho. Somos una red, una muy frágil red de araña que necesita de cada cabo de ella y que si se rompe en algún punto salta por los aires el débil equilibrio
(En inglés)
(En español)