Los agujeros de gusano nos llevan a dimensiones
inexploradas donde existen seres con corazones grandes y egos pequeños.
Así fue como lo conocí. E2 era de esas entidades que
te removía la conciencia y veía lo bueno que había en cada célula de tu cuerpo;
se paraba justo delante tuya, inclinaba la cabeza y miraba dentro de la
vorágine de sensaciones, colores y pensamientos de tu mente. Dentro de la mía encontró tranquilidad, azul y el continuo
"Sé quien soy" de mi cerebro. Me sentí reconocida, hermosa y
enganchada a su inspección exhaustiva pero no dolorosa ni burlona. Había estado
perdida lustros en mi microcosmos interior sin darme cuenta de que yo estaba
ahí, en esa isla de tranquilidad. Azul y sabiendo exactamente quién era y qué
quería; a mí misma. No recordaba cómo había olvidado amarme y comprenderme. E2
me mostró las partes diáfanas de mi ser pero también las oscuras. Lloré. Lloré
hasta reír y volví a llorar para volver a reír abrazada a mi mente. Mis labios
permanecían en una suave semiluna; mi mirada hablaba por sí sola. Mi desnudez
no me avergonzaba, al contrario, me enorgullecía. Pensamientos y sensaciones
que fueron trazando un camino desde mi isla azul y tranquila hasta la siguiente
dimensión.
E2 y yo comenzamos una expedición de exploración
interdimensional. En ella, él contactaba con otras psiques confundidas como la
mía. Mientras, yo avanzaba en la construcción de puentes y
conexiones entre las distintas ciudades de mi microcosmos. Hasta que llegamos
(no diré la última, pues hay miles de dimensiones) a la dimensión definitiva.
Allí se separaban nuestros caminos. E2 se paró por última vez justo delante de
mis ojos y asomó su cálida curiosidad a mi isla. Lo que vio le gustó. Lo supe
por su risa al recorrer mis puentes en pos de la brisa marina que azotaba la
madera. O por su honda respiración al llegar al
valle de mi imaginación. Por su llanto al subir a la montaña de mi
desesperación o su silbido en la garganta de mi pasión. Esta vez fui
yo quien cortó el lazo.
Siempre debemos dejarnos un trocito de isla sin explorar
para nuestro propio disfrute.