martes, 16 de diciembre de 2014

De esto que estás en fase Jane Austen...

Esta semana he caído en el influjo de las novelas de Jane Austen y en las películas de éstas. Llevaba tiempo echando de menos sentirme cómoda en un mundo que añoro y admiro como si fuese mío propio. En el camino he arrastrado a una muy buena amiga, de lo cual, me enorgullezco.
Adoro lo que un pequeño gesto puede significar, las cartas, las conversaciones inteligentes y agudas...Y sobre todo, la caballerosidad. Creo que he nacido en la época equivocada. Sí, soy de ese tipo de mujeres que piensa en un amor digamos que cortés, aunque el término no sería el exacto pues se sabe que éste es el típico del medievo. Anhelo ese cuidadoso esmero a la hora de cortejar o el respeto tan acusado con que se trataba a las personas. Seguramente existan  todavía hombres así aunque no he tenido el placer de conocerlos. Algunos tacharán este deseo de pura mojigatería; nada más lejano. Hay una pasión indescriptible y hermosa en la construcción escalón a escalón de la seducción. Y algo tan puro y noble como esperar a la persona adecuada no debería ser tildado jamás de frigidez.