El cuervo a veces nos rodea en círculos,
anuncio de un acontecimiento nefasto inminente. Yo, sin embargo, prefiero verlo
como un pájaro inofensivo, al que le gustan demasiado las cosas brillantes y
que se ha ganado su mala fama por el simple color de su plumaje. Lo que me
recuerda a las personas. Tendemos a crear la mala fama de los que nos rodean
por el simple hecho de tener una característica que los diferencia de los
demás. Quizás esa característica intrínseca es lo que los hace especiales y no
sólo diferentes. Pero como digo, “a veces” o con ello quiero decir “casi siempre”, no
queremos ver que por esas singularidades o excentricidades es por lo que esa
persona es lo que es. Y si cambiara un ápice de su esencia dejaría de gustarnos.
A veces, hace falta que la persona deje
de ser como es para que nos demos cuenta de por qué la apreciábamos.
"Lo esencial es invisible a los ojos".
Es como si conocieras a algún cuervo personalmente... :)
ResponderEliminarEn efecto, así es =D
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